martes, 24 de agosto de 2010

CRÍTICA : NOCHE Y DÍA



En 2001, Tom Cruise y Cameron Díaz actuaron juntos en el remake americano de la segunda película de Alejandro Amenábar ( Abre los ojos ), Vanilla Sky. Nueve años después, vuelven a encontrarse en Noche y Día ( título original Knight & Day ), esta vez en clave de comedia en una película de acción que, a pesar de ser pura fórmula, funciona y da lo que promete.


Como buenos actores que son, Tom Cruise y Cameron Díaz cumplen las expectativas, especialmente esta última, que ya estaba familiarizada con las comedias, por lo cual trabajar en el filme de James Mangold no le ha debido resultar muy difícil. También ha hecho un buen trabajo el guionista Patrick O´Neill, con un aceptable guión lleno de gags muy divertidos, aunque debido al guión mismo se deban algunas idioteces como la idea de mostrar en la película los encierros de san Fermín en Sevilla y mezclándolo con la Semana Santa.
Mangold demuestra que es capaz de hacer películas de gran presupuesto y del género que sea ( antes jugueteó con el thriller en las películas como Copland o Identidad, e hizo dramas como Heavy o Inocencia interrumpida; hasta probó el wéstern con El tren de las 3:10 ) dirigiendo correctamente la película, y John Powell añade la música adecuada.

Me extraña el poco éxito que ha tenido en Estados Unidos, aunque después ha sido mejor recibida en el extranjero. Después de todo, la película da lo que promete: risas, acción a raudales, un poco de suspense y una pizca de romance. Gracias a su estilo cómico y al carisma de su pareja protagonista, esta parodia de las películas de Misión Imposible y James Bond se salva del halo de ridículo del que la han rodeado muchos críticos. Si se entra en el cine esperando lo que promete la película, el público no quedará decepcionado.
Nota final : 7/10

lunes, 23 de agosto de 2010

Crítica - Inception


Ayer fui a ver Inception (Origen) y tras dos horas y media de película me encontraba saturado de información. La trama extremadamente compleja, más incluso que Memento -del mismo director-, consigue mantenerte atento en esta película que requerirá muchos libros para poder comprenderse del todo. Esta mezcla de acción, ciencia ficción, espías, fantasías y drama romántico creada por Christopher Nolan se ha convertido en una de las películas que seguramente veremos llevarse alguna estatuilla de la Academy Awards.

Resulta imposible hacer un buen resumen para quienes no la hayan visto; tan sólo diré que trata de sueños dentro de sueños. Y como en los sueños pueden ocurrir hechos físicamente imposibles, la película ofrece al espectador una serie de efectos especiales espectaculares, que hubiesen quedado increíbles si la película hubiese estado en 3D. Por otro lado, la música de Hans Zimmer como siempre se adapta al ritmo de la película, sin llamar mucho la atención. Sin embargo, la música que sí llama la atención es el Non, je ne regrette rien de Edith Piaf que suena media docena de veces en la película y que señala el fin de cada sueño.

Las actuaciones son bastantes buenas. La protagoniza Leonardo DiCaprio y está acompañado de grandes actores como Marion Cotillard (Enemigos Públicos), Michael Caine (Alfie, La huella), Ellen Page (Juno) y Joseph Gordon-Levitt ((500) días de verano). Cillian Murphy, quien ya había estado bajo la dirección de Christopher Nolan en sus películas de Batman (al igual que Michael Caine), da vida al "antagonista" de la película.

Pero lo que realmente hace de esta película un éxito de crítica y audiencia es el excelente guión y montaje de Christopher Nolan. Éste último destaca por las escenas en las que llega a los 4 hilos argumentales sincronizados y que, sin embargo, quedan claros. El guión resulta reltivamente original en este panorama de remakes, secuelas y precuelas; pero la película recuerda a varias otras como Matrix o La gran huida (Dreamscape). Además utiliza la idea de Bodas Reales (Royal Wedding) para "andar por las paredes" en varias escenas. No obstante, el resultado final es original y magnífico, una película de esas que hay que ver.

8.5/10

miércoles, 11 de agosto de 2010

Los próximos proyectos de Tarantino: Remakes y secuelas

Viendo las películas que está desarrollando en la actualidad el director y guionista Quentin Tarantino, me dí cuenta de que tienen algo en común. Todas son remakes o secuela.


  • Kill Bill: Vol. 3 es quizás la más esperada y transformaría Kill Bill en la primera trilogía de Tarantino. Según IMDb, se estrenará en 2014. (el cartel de la derecha es falso)


  • Faster, Pussycat! Kill! Kill! será un remake de la película homónima dirigida por Russ Meyer. Un clásico del cine serie-B llamado en ocasiones "Oda a la violencia" y de gran influencia en Tarantino.


  • Come drink with me es también el remake de un clásico, pero en este caso del cine de artes marciales. La película original fue dirigida por King Hu y es considerada una de las mejores -por no decir la mejor- películas honkonesas.

Aunque estos sean los proyectos más posibles, también existen varios rumores sobre un Kill Bill: Vol. 4 o incluso un Malditos Bastardos 2. Espero equivocarme al decir que Tarantino está cambiando de dirección.

lunes, 9 de agosto de 2010

Inteligencia Artifial y la suspensión de la incredulidad

La suspensión de la incredulidad (suspension of disbelief) es una expresión acuñada por el poeta inglés Samuel Taylor Coleridge y se refiere a la voluntad del espectador o lector de ignorar las incosistencias de una obra de ficción para poder disfrutar de la obra. Se puede encontrar un ejemplo rápido en El Señor de los Anillos:La Comunidad del Anillo, en la cual se presentan las premisas que el espectador debe aceptar para disfrutar de toda la trilogía, es decir suspende temporalmente la escepticismo conciernente a las fantasías a cambio de entretenimiento. Estas premisas son, por ejemplo: la existencia de hobbits, elfos, anillos de poder, águilas gigantes, etc. Primero el espectador debe aceptar estas irrealidades, para luego poder disfrutar de la película. En cierto momento de La Comunidad del Anillo, se mencionan a las águilas gigantes por primera vez e incluso se insinúa el control del mago Gandalf sobre ellas. Las águilas no vuelven a aparecer hasta el final de El Regreso del Rey, cuando rescatan a Frodo y Sam de un destructivo volcán. El espectador conocía de la existencia figurada de estas águilas, y acepta el hecho de que aparezcan por orden de Gandalf en el último momento. Sin embargo, si jamás se hubiese hecho mención sobre la existencia de estas aves, ese rescate de última hora abría parecido incoherente y falso; una rápida invención del guionista.

Existen otros muchos ejemplos en el cine, la mayoría en las películas de ciencia ficción. Sin embargo, y como ya he ejemplificado antes, si el guionista decide saltarse la suspensión de la incredulidad en la que el espectador se encontraba para mostrarle algo irreal cuando la película se ha desarrollado, el resultado es confuso y chocante. Pensaba en esto tras ver la película Inteligencia Artificial. La película transcurre en un mundo futuro bastante creíble, donde existen avanzados robots de una apariencia humana casi perfecta. El filme cuenta la historia del prototipo de niño-robot David, el primero que es capaz de amar, pero que no se siente querido. Tras dos horas de película, el robot queda atrapado en el fondo del mar pidiendo al Hada azul -que es en realidad una estatua- que le convierta en un niño real. Un triste final. Pero la película no acaba ahí, Spielberg nos sorprende a todos alargando la película 20 minutos más añadiendo a la historia unos seres alienígenas que se topan con David miles de años después. Esto resultó para mí y para muchos otros espectadores confuso y un poco ridículo; un giro del guión en los últimos minutos para ofrecer un final feliz hollywoodiense, pero absolutamente inadecuado.