A primera vista, parece una película bastante diferente, tanto de los Coen . Digo esto por la falta ( que no desaparición ) de algunas de las características típicas del cine de los Coen, como el humor negro y los repentinos momentos de violencia, mientras que por otro lado queda vigente la ironía presente en sus anteriores películas. Resulta curioso cómo logran hacer de la cinta un producto no tan cínico como uno esperaría de su premisa; al contrario, consiguen lo que los wésterns del último lustro no han logrado : recuperar el espíritu clásico de las viejas películas del Oeste.
Todo ello se debe gracias al excelente guión de los directores, que además logra adqurir una aspecto diferente al del film de Hathaway, y a la experta dirección de estos, así como las interpretaciones de los actores. Aquí destacan especialmente Jeff Bridges, que a lo mejor podría haberse llevado el Oscar a mejor actor, y la debutante Hailee Steinfield, que no parece precisamente una novata. El casi irreconocible Matt Damon también es un buen actor, aunque su trabajo no llega a la altura del de sus dos compañeros.
No hay que decir mucho más sobre la película, aparte de que debería haberse llevado alguna de las diez nominaciones que tenía a los Oscar. Se echa de menos sobre todo un buen doblaje, que es el punto más flojo del film.
Espero que se sigan haciendo westerns como este.
Nota : 8/10
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