domingo, 22 de mayo de 2011

CRÍTICA: SCREAM 4

No se dejen engañar: la nueva película de la cuadrilogía que inicó Wes Craven en 1996 no es otra burda secuela que busca explotar el éxito de sus entregas anteriores sino, al contrario, seguir con la eterna burla de los clichés del subgénero de terror slasher, esta vez actualizándose con los remakes de clásicos que han invadido la cartelera en los últimos años. Pero tampoco hay que esperar mucho de eso: aquí las " reglas " no han cambiado mucho o apenas se les presta atención y se limita a repetir el juego de muñecas rusas que tanto ha caracterizado a la saga.
En otras palabras, el nuevo nivel al que Wes Craven y el guionista Kevin Williamson habían prometido elevar la película no llega a tener lugar, lo cual en un principio es decepcionante y resulta ser el punto más flojo de la película  - junto a las razones del asesino para cometer los asesinatos, que es poco original -  .
Sin embargo, más allá de esto, Scre4m funciona muy bien y supone una auténtica brizna de aire fresco al cine  (más bien copia) de terror de los últimos años... aunque se trate de una secuela y no llegue ni mucho menos a la altura del original, claro está.
Y es que la clave de la eficacia de Scream está en la característica que la diferencia de las demás películas slasher, que es mantener a unos protagonistas fijos para poder inventar siempre alguna novedad, aunque la fórmula nunca cambie del todo.
Ah, casi se me olvidaba el prólogo, probablemente el mejor junto al de la primera entrega, y definitivamente el más original... cosa que por supuesto no voy a revelar, porque sería una verdadera lástima. Lo mejor de la película, junto a la manera de ocultarse del asesino.
En definitiva, Wes Craven ha vuelto a demostrar que el terror no está acabado, y al mismo tiempo nos ha regalado una entrega que todos esperábamos desdee hacía tiempo.

Nota: 7/10

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