sábado, 2 de abril de 2011

CRÍTICA : ENCONTRARÁS DRAGONES

Roland Joffé ha tenido una trayectoria un tanto irregular, sobre todo si tenemos en cuenta que la crítica sólo le recuerda por sus dos primeros trabajos, Los gritos del silencio y La misión, grandes películas que curiosamente no ha logrado repetir en ninguno de sus posteriores trabajos. Aesto hay que añadir que lleva casi un lustro sin hacer películas, por lo cual necesitaba un gran proyecto para salir adelante. Ese proyecto giraría en torno a la vida de Josemaría Escrivá, el fundador del Opus Dei, y también iba a tratar la Guerra Civil Española, pero de manera diferente a la que se suele representar en las películas  - ya saben, nacionalistas asesinos y rojos heroicos -  .
Pues bien, da la casualidad de que  al final Joffé no se ha decidido ni por el uno ni por el otro, incluyendo otros temas que han acabado descentrando la historia y sin saber del todo qué quiere contar exactamente más allá de una parábola sobre el perdón. Porque Encontrarás Dragones no es un biopic sobre su personaje supuestamente principal, ya que a menudo queda en segundo plano, mientras que no se trata tampoco de un film bélico en toda regla. En esto decepciona especialmente el director británico, porque termina mostrando una vez más la imagen que se tiene hoy en día de la Guerra Civil, pero esta vez por lo menos muestra una reconocible dualidad en los dos bandos, como por ejemplo mostrando el asesinato de un sacerdote a maños de los comunistas, algo que el cine español apenas ha mostrado en su historia.
El resto de la película no ayuda mucho : el guión, escrito por el propio Joffé, carece de una narrativa adecuada debido a varios saltos de tiempo alargados y con algún que otro error histórico, todo ello empeorado por un montaje de lo más irregular. El reparto destaca por su irregularidad : Charlie Cox está bien en su papel del santo Escrivá, acompañado por algunos buenos secundarios tales como Derek Jacobi, Lily Cole y Jordi Mollá, pero por otro lado tenemos a los inexpresivos Wes Bentley y Rodrigo Santoro; el primero queda especialmente afectado por el innecesario maquillaje.
Lo más destacable de la película es la puesta en escena, que aunque no perfecta, es acertada y bastante realista. A eso hay que añadir que la película nos muestra algún detalle sobre la Guerra Civil que hoy en día no sería conocido por muchos, además de la parábola del perdón, que aquí se usa correctamente y dejará satisfecho a más de uno.
Al final, Encontrarás Dragones acaba siendo una película normal, pero para alguien como Roland Joffé, es una gran decepción.
Nota : 5

                                     

1 comentario:

Curro dijo...

Tengo la impresión de que Joffé ha intentado compensar su pecado de incorrección política (¡un biopic de Escrivá de Balaguer, nada menos!; ¡es insólito!) ofreciendo una imagen de la Guerra Civil muy políticamente correcta (los del Frente Popular, abnegados, idealistas, henchidos en hambre y sed de justicias; los de Franco, taimados, siniestros, sedientos de sangre).

Pero claro, había un aspecto negativo del Frente Popular que la película, por razones obvias, no podía pasar por alto: los asesinatos de curas en el bando republicano (ocultarlos habría privado de sentido a la historia: Escrivá se ve obligado a abandonar Madrid porque su vida corre peligro). Como bien dices, es insólito en el cine español que se muestren los crímenes republicanos (un mandamiento no escrito del cine español dice que sólo se pueden mostrar los crímenes franquistas). Pero Joffé roza el ridículo cuando pone ¡en boca de Escrivá! frases casi justificatorias de esa violencia: "es que nos perciben como parte de un sistema que les oprime".

En general, la película muestra a Escrivá como imparcial entre ambos bandos: un santo que flota muchos metros por encima de esas mundanas divisiones políticas. Pero esto es un fraude al espectador: Escrivá apoyaba al bando de Franco; cuando ganó la frontera de Andorra en 1937(después de la peligrosa fuga que narra la película), pasó inmediatamente (vía Irún) a territorio franquista (pasó el resto de la guerra en Burgos, capital de los nacionales). La película interrumpe oportunamente el relato en la llegada a Andorra (dando implícitamente a entender que Escrivá se quedó en Francia, como otros de la "tercera España" [los que no se identificaban con ninguno de los dos bandos]).