La verdad es que no está tan mal, sobre todo después de que Mark Hoppus ( bajo), Tom DeLongue (guitarras) y Travis Barker ( batería ) llevaran separados desde hace siete años, cuando salió su último disco ( aunque Mark y Travis ya formaron su propia banda durante algún tiempo, + 44 ).
Y bien, ¿ ha seguido el trío de pop-punk en la misma línea que su último trabajo homónimo o ha vuelto a su estilo inicial ? Es un poco difícil de elegir, ya que por un lado han buscado una nueva forma de hacer música, un poco más "adulta" y alejada de sus trabajos habituales, pero las letras y la temática de sus canciones siguen siendo las mismas de siempre, pero no tan explícitas como antes - es más, es su primer trabajo sin el sello de Parental Advisory: Explicit Content desde que estrenaron Dude Ranch, ayá por 1996 - .
Por otro lado, el uso de la música electrónica no ayuda mucho al grupo, más bien resulta innecesaria, y no da con ese nuevo estilo que buscaban.
Sin embargo, no han perdido su energía en la mayoría de las canciones, y a la hora de tratar otros temas diferentes a los clichés de canciones de amor logran obtener un resultado mejor que en Blink 182 , como por ejemplo Up all Night, Kaleidoscope o Natives.
Aún así, el mayor problema de Blink 182 sigue vigente, que son los versos repetitivos y el punto de vista adolescente. Ya, está dirigido a ese público, pero así nunca van a "crecer" y cambiar un poco su estilo. Ahora bien, ¿necesitan ese cambio? Yo creo que no, primero porque así está bien, y segundo porque podrían acabar como Sum 41 y su abucheado Screaming Bloody Murder.
Entretenido, especialmente para los fans, siempre y cuando no añoren el viejo Blink 182.
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